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Pablo Gil
respuesta de andres perea tras fallo de tribunal sobre concurso auditorio vitoria
ANDRÉS PEREA ARQUITECTO Y FINALISTA DEL PALACIO DE LA MÚSICA, CONGRESOS Y EXPOSICIONES
"Con el modelo de Toyota, un tercio del público verá la espalda de los intérpretes y recibirá el sonido rebotado"
Ha perdido la batalla. Y ha decidido no recurrir, porque de ganar la revancha se llevaría una indemnización, pero ya no podría construir su auditorio. Sin embargo, Andrés Perea huye de la etiqueta de fracasado. Se siente orgulloso de su actitud, y espera que la justicia pueda decir lo mismo.
JAIONE SANZ - Domingo, 10 de Octubre de 2010 - Actualizado a las 04:18h.
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El arquitecto Andrés Perea, a la entrada del Palacio de Justicia de Vitoria. (Alex Larretxi)
Vista:
VITORIA. Qué mal ha acabado la historia para usted, señor Perea: pierde el juicio y, ante la imposibilidad de construir un palacio aun recurriendo y ganando (porque el de Bayón ya estaría levantado), se retira. ¿Le volveremos a ver el pelo en un concurso vitoriano?
Yo no creo que la historia haya acabado mal para mí. Yo he hecho honestamente todo lo que se me puede exigir defendiendo el mejor proyecto según la valoración arquitectónica del jurado, que se presentó al concurso. Yo, créame, me siento satisfecho de mi comportamiento como arquitecto y ciudadano en este asunto y espero que la otra parte, justicia incluida, pueda decir lo mismo. Vitoria es una ciudad magnifica y tengo la esperanza de que en alguna ocasión merezca la oportunidad de trabajar en esta tierra, cuna de mi apellido. Bien es cierto que no sólo en este caso sino en media docena de concursos de los últimos años no he pasado del segundo puesto...
El concurso del centro cívico de Salburua, el último.
Efectivamente.
Le honra que deseche recurrir, porque de ganar al final se llevaría una indemnización y dejaría temblando las arcas municipales. ¿Se arrepiente de haber iniciado este proceso, vistos los resultados?
Yo rara vez me arrepiento, como que pocas veces me siento satisfecho de mis actos. Yo preveía todos los resultados posibles y estaba preparado para cualquiera de ellos. Incluso el de poner en marcha la potente maquinaria para hacer el proyecto de ejecución en un plazo y costo óptimos, si esta hubiera sido la solución. Respecto de la indemnización, tengo que añadir que la enorme cuantía de este importe la señaló el Ayuntamiento de Vitoria, ya que nosotros, coherentemente con lo dicho, fijamos cuantía indeterminada.
Llegó a los juzgados súper seguro de ganar: sólo tenía que rascar 1,28 puntos para superar el proyecto adjudicado por el alcalde y reclamaba 24 convencido de los "graves errores de calificación", pero la jueza no le ha regalado ni un decimal. Confiese: ¿cree que esto no le habría pasado en otro sitio?
La reciente reforma de la Ley de Contratos del Sector Público ha creado un Tribunal Especial para recursos de este tipo. Me pregunto, yo también, si no habría tenido otro fallo este asunto. De todas formas de los ocho epígrafes recurridos, y de los 24 puntos reivindicados, es estadísticamente imposible que en ninguno tuviéramos razón.
Un mal pensado diría que la sentencia estaba escrita antes del comienzo del juicio.
Era muy difícil ganar este proceso ya desde el principio, pero como lo es prácticamente todo en la vida. Estoy acostumbrado a remar contracorriente.
El dolor de muelas se lo provocó principalmente el ingeniero de sonido, Yasuhisa Toyota. El japonés le dio cero puntos sobre veinte. ¿Aún no se ha repuesto de la sorpresa?
Lo que el pliego de condiciones exigía es que se cumplieran los parámetros acústicos que en él se detallaban, y nosotros los cumplimos y demostramos en la fase del concurso. Conozco el modelo de surround que Toyota apoya, que si bien es acústicamente aceptable, lo es discretizando la percepción del sonido. Por contra, la oferta holística que del sonido ofrecen salas como el Concertgebouw hace que uno se sienta dentro de un instrumento mientras se toca. Por otra parte, el modelo surround relega a un tercio del público a butacas no frontales, con lo que ven la espalda de los intérpretes y reciben el sonido fundamentalmente rebotado.
¡Pero si a nosotros nos ha vendido la excelencia acústica!
El prototipo del señor Toyota tiene paneles, es decir antepechos que fragmentan la sala en balconadas, para que en ellos rebote rápidamente el sonido (por cierto, viniendo desde atrás, en el sentido opuesto a la posición de la orquesta). Además de acústico es su concepto espacial, casi o mas importante que aquél. La Filarmónica de Berlín, que responde a este modelo, requirió muchos ajustes hasta conseguir su adecuación acústica (discretizada, insisto), pero lo que sobre todo la hace inolvidable es la maravillosa y avanzada arquitectura que la acoge y la de la propia sala, cuya jovialidad revolucionaria respecto de la arquitectura la han hecho inmortal.
Sin rodeos: ¿está diciendo entonces que Toyota le ha vendido a Vitoria la moto con su prototipo?
Toyota ha hecho su trabajo y los políticos hicieron el suyo… Yo defiendo mi razón sostenida por mi experiencia profesional, y sobre todo como melómano-músico de 60 años de actividad.
Toyota al margen, también se queja de las puntuaciones en otros dos apartados, porque considera que se basaron en juicios de valor en vez de en las habituales fórmulas matemáticas. ¿No le había pasado en ningún otro concurso?
Efectivamente, así es. Los criterios subjetivos sustentados en juicios de valor deben ser juzgados por un jurado en el que al menos tres componentes sean ajenos a la entidad contratante. Sólo la calidad arquitectónica, donde obtuve la máxima puntuación, obedeció a esta condición. Por tanto, en los otros epígrafes sólo cabe sí o no. En Funcionalidad no cabe "adecuado, mejor que, etc.", y mucho menos en el epígrafe "Racionalidad Presupuestaria", puntuada por la ingeniería Idom, donde subyace una "caja negra", que ni antes ni durante ni después del proceso, se ha "abierto" para conocer cómo se distribuyeron las puntuaciones. Pudo hacerse rigurosamente o según el libre albedrío de una o varias personas.
¿Qué se va a perder Vitoria sin Andrés Perea?
Quizá mi convicción, ilusión y la capacidad profesional de 50 años de trabajo.
Siga con esa franqueza: ¿va a perder Vitoria con el tándem Bayón-Toyota?
La historia valorará lo que Vitoria ganará o perderá con el tándem Toyota-Bayón. Me ofrecí, nada mas fallarse el concurso del palacio, para participar en un debate público entre el proyecto adjudicatario y el mío, y el señor alcalde declinó por improcedente dicho debate. Ni las asociaciones vitorianas ni el Colegio de Arquitectos, en fin, nadie se ha interesado en ello. Ahí hubiéramos mostrado las diferencias, para bien o para mal, de ambas propuestas.
Confiese. ¿Le gusta algo del proyecto ganador?
Es obvio y conocido que está en las antípodas de lo que yo creo debería hacerse en Vitoria. Pero el proyecto adjudicatario ha cambiado bastante… Tendría que conocerlo a fondo para opinar si ha mejorado o no. En cualquier caso, del proyecto adjudicatario lo que más me gusta, como a todos, es su arquitecto Mariano Bayón.
Cuando el equipamiento esté en marcha, en torno al año 2014, ¿le picará la curiosidad y vendrá a visitarlo? ¿O eso sería un ejercicio de masoquismo?
Iré a visitarlo y a gozarme en la programación que se haga, que estoy seguro será fantástica.
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